¡No te preocupes, no pasa nada!, ¡no pasa nada, ya está!, ¡no pasa nada, no es para tanto!
¿Os suenan alguna de estas frases?, ¿es vuestra?, ¿es ese consuelo mágico que, a veces, enfada más que ayuda? Sigue leyendo ««No pasa nada…»»
¡No te preocupes, no pasa nada!, ¡no pasa nada, ya está!, ¡no pasa nada, no es para tanto!
¿Os suenan alguna de estas frases?, ¿es vuestra?, ¿es ese consuelo mágico que, a veces, enfada más que ayuda? Sigue leyendo ««No pasa nada…»»
Respondiendo a la petición del comentario de nuestra compañera Lucía, hoy os invito a reflexionar sobre cómo nos sentimos cuando no expresamos lo que pensamos o no decimos lo que sentimos. Sigue leyendo «El PODER del silencio»
No elegimos cómo venimos al mundo. No elegimos nuestro aspecto. Tampoco elegimos nuestro desarrollo o nuestra inteligencia. Pero sí podemos elegir cómo relacionarnos. Y el mundo también puede elegir cómo relacionarse con nosotros.
Os dejo que veáis este cuento . Hoy va con dedicatoria a todos aquellos que facilitan la vida, haciendo pequeñas las diferencias.
En mi anterior entrada os pedí vuestra colaboración porque me apetecía escribir sobre ese gran tema. Ese valor que PLATÓN ya idealizó en sus tiempos, y sobre el cual siempre podría generarse un debate largo y extenso.
Sonja Lyubomirsky es profesora de psicología de la Universidad de California (Riverside) y es un artículo escrito por ella, el causante de mi inspiración de este post.
Un día, en mis tiempos de opositora, leí algo similar a esto que yo transcribo de forma no literal:
De repente, preguntas y más preguntas: ¡¡¡¿Dónde quedaba eso de que tu mundo dependía de ti?, ¿cuanta felicidad había en mi ADN?, ¿existen las transfusiones de felicidad?, ¿ qué puedo YO ante estas cifras?!!!
Analicemos vuestras respuestas: el 60% de vosotros no dudó en marcar la opción de que VUESTRA felicidad dependía íntegramente de VOSOTROS, un tercio fue más precavido y apostó por un 50% a otros factores. Nadie apostó por menos en su visión de ser FELIZ.
Para los OPTIMISTAS, los datos no cambian: siempre podrán poner todo su 100% en perseguir la felicidad (independientemente de que las acciones de uno sean el 40% de la fórmula). Para aquellos que sienten que se les escapa un poquito eso de ser positivos, puede que una ligera desazón les invada el corazoncito, pero no os desaniméis, seguid leyendo…
NUNCA hay que quedarse con lo superficial…
Tras leer el estudio al completo, os anoto algunas reflexiones que me han gustado y que quiero compartir:
Desde este punto de vista, quizás la PERSPECTIVA es distinta. Quizás la determinación genética pueda ser una ayuda, pero el resultado total, sí que depende de NOSOTROS es una gran medida.
Pensad que el 40% es TODO vuestro, pensad que la FELICIDAD no es universal sino PERSONAL. No busquéis la felicidad en plagiar a otros, SED ÚNICOS, buscad vuestra DIFERENCIA. Todos tenemos un sello, todos somos CAPACES de ser felices.
No existen FÓRMULAS MAGISTRALES, no las busquéis. Usad la CREATIVIDAD y encontrad la fórmula que se ajuste a vuestro pequeño GRAN MUNDO.