El otro día compré esta goma de borrar. Tenía cualidades increíbles: Tamaño GIGANTESCO, y un mensaje aún mejor: «borrar solamente los GRANDES ERRORES».
Llegué a casa, la desenvolví y me puse a pensar sobre el momento de estrenarla…La primera idea que tuve fue darle uso en cuanto tuviera ocasión. Pero… ¡no podía emplearse para cualquier fallo o error ortográfico!.
Después decidí ponerla de sujetapapeles (con su tamaño y su peso, ningún papel tendría el valor de escaparse y volar…). Pero tampoco me convenció la idea…no es bueno ponerle peso extra a las cosas que necesitan libertad.
Finalmente, simplemente decidí dejarla sobre mi mesa. ¡¡Sólo le daría uso en caso de tener que borrar un gran error!!
Tras mucho pensar y observar mis actos, me está costando un poco elegir el momento de usar este tesoro. No por falta de errores o equivocaciones, esos aparecen con cierta frecuencia en la vida, sino porque ninguno tiene un tamaño tan gigantesco como para tener que eliminarlo y que deje de existir.
¿Muchas veces me pregunto si los errores se pueden borrar?
Podemos PENSAR y SENTIR que nuestros errores son tan grandes, son tan poderosos, que sólo una goma como ésta sería nuestra mejor solución. Gracias a ella, podría parecer que nunca hubieran ocurrido. Pero, en lugar de borrar…