¿Qué es la autoestima? ¿Por qué hay que cuidarla? ¿Es tan importante como dicen?
Hoy en el Diván de Raquel, vamos a hablar de una pieza fundamental en el puzle de nuestra personalidad.
Estas últimas semanas, he visto este video a través de varias redes sociales. Cada vez que lo he visto, ha sido inevitable no emocionarse escuchando las palabras de este padre a su hija. Y hoy, me apetece empezar este post compartiéndolo con vosotros:
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=MxgDBxCj_8w
¿Qué os parece?, ¿Son frases que os acompañan en vuestro día a día?, ¿Echáis un poquito de menos palabras como estas?
Si seguimos buscando en la red, podemos encontrar muchos más vídeos, información o artículos de interés donde se hace alusión o referencia al hecho la importancia que tiene el mimo y el cuidado de la persona. ¿Curioso, no?
La autoestima queda definida por la RAE como: «Valoración generalmente positiva de uno mismo». Es un término muy humano, porque todos hablamos sobre la autoestima (quizás más de la ajena que de la propia), porque es algo que todos sentimos y porque es una esencia que todos compartimos.
Su principal característica es que se forja desde la infancia y nos acompaña durante toda la vida.
Tener una buena autoestima no es sinónimo de sentirse superior a otros, sino que significa que somos capaces de BRILLAR. Significa ser capaz de rescatar la imagen más preciada de quien somos, tanto de lo que nos gusta como de lo que no. Nuestra autoestima es como una potente pócima que nos ayuda a enfrentarnos a eso que llaman vida. Significa poder ver que podemos renovar la mejor versión de nosotros porque nos sentimos satisfechos con nuestro interior (os adelanto que la autoestima es algo que va más el interior que con el exterior)
La autoestima se transmite, se crea, se cultiva. Es una parte de nuestra personalidad que nos viene heredada, que imitamos, pero que podemos reparar y mejorar durante los años.
Quizás este vídeo es especialmente potente porque muestra esa verdadera esencia. Puede que una niña de 3 años no parezca tener que necesitar herramientas para una vida llena de juegos, pero sí necesitará sentirse segura cuando tenga que elegir con qué amigo jugar. Si necesitará tener la capacidad de levantarse si se cae, o aprender que el mundo a veces, no la elegirá. Pero, aunque esas cosas pasen, ella nunca dejará de BRILLAR.
El cuidado de nuestra autoestima viene desde el hábito y la flexibilidad. El hábito para aceptar nuestro exterior y nuestro interior cada día, aunque el tiempo pase y la vida cambie. La flexibilidad para poder volver a sentir el brillo aunque haya días de niebla. Y, especialmente, el respeto como para no permitir-se cualquier crítica que no sea constructiva.
En ocasiones, he escuchado que la autoestima es el reflejo de «ser querid@», «ser visto como alguien atractivo@o guap@» o «ser éxitos@».
Y yo me pregunto: ¿dónde está la primera persona en esas frases?, ¿dónde está el YO SIENTO QUE MI AUTOESTIMA ES…?.
Darle TANTO poder a nuestro entorno para opinar gratuitamente sobre nuestro yo más profundo, es algo parecido a tener que pedir permiso para poder vivir CADA DÍA.
Imaginad que tenéis que pedir permiso por cada pisada: ¿ahora el pie derecho?, ¿puedo poner delante el izquierdo?, ¿me dejas que de un salto?, ¿te parece bien que vaya por este lugar?…
¡Sería demasiado cansado!, ¡demasiado aburrido!, ¡ya no querríamos ir a ningún lugar!
Es más fácil caminar, sabiendo que no pasará nada si das un paso equivocado, porque tienes dos pies que te ayudarán a dar marcha atrás y te impulsarán en el salto. Es más fácil, sentir libertad para caminar, pudiendo valorar por uno mismo la cantidad de pasos que se han caminado. ¿A qué así podríamos sentirnos mejor, verdad?
- ME QUIERO. Necesitamos querernos para poder querer. El verdadero amor nace de la experiencia de quererse a uno mismo. Creemos que surge del amor del otro, pero siempre comenzará en nosotros.
- ME ACEPTO. Sé que esto nos cuesta un poco más. No todos los días el espejo físico y moral nos devuelve la imagen más deseada. Pero no siempre será el mismo reflejo. Todo dependerá de nuestros ojos. Y, recordad, la crítica destructiva, es lo que impedirá nuestro BRILLO.
- ME GUSTO. En la vida, hay que gustarse. ¿Por qué no?. Sé que la sociedad y la cultura pueden ser muy asfixiantes, pero el equilibrio es posible. Quizás gustar-se sólo signifique estar en paz con uno mismo, o quizás signifique que somos valerosos porque no dependemos de una única cosa que nos defina, somos un PUZZLE MARAVILLOSO lleno de piezas que nos construyen.
Acabo este texto recordando que la raíz de la autoestima está en la infancia, pero que cualquier edad es buena para aprender a sanar nuestro valor. Padres y madres: os animo a aprender a enseñar esto a vuestros hijos.
Os animo, a todos, a curar cualquier herida que os impida brillar.
Por último, si os ha gustado, os animo a que votéis mi blog en los premios Bitácoras. Demostrémosle al mundo que la PSICOLOGÍA, sí es cosa de CIENCIA. Sólo tenéis que pinchar en la imagen y os guiará a las votaciones:
Elige tu camino, elige sonreír.